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Luis González de Alba no se olvida

imagen de la escultura de David, siendo abrazada

El amor no consumado entre dos camaradas políticos se narra de forma anacrónica y quebrantada en El sol de la tarde, novela publicada en 2009 por Luis González de Alba, escritor y activista mexicano. David Sánchez y Paco Torres, personajes principales de este relato político, tienen ideas y objetos de deseo distantes entre sí: aunque ambos son abiertamente homosexuales, Paco no puede corresponder el cariño que David le ofrece, lo cual genera tensión tanto en su amistad como en su empresa política.

Editada correctamente bajo el sello de Quimera Ediciones, El sol de la tarde corrió con mala suerte en un primer momento, según una nota del autor, quien se vio obligado a replantear la estructura del relato, dejando como resultado cinco capítulos llamados “Interludio”. Así, casi por azar, González de Alba propone al lector un juego cortazariano en el cual él decide cómo se enfrenta a los personajes: ya sea conocer su vida antes de los eventos principales y cómo llegó a ellos, o adentrarse en dichos eventos primero y remitirse al pasado hasta el final.

Se trata de una apuesta literaria enmarcada entre el erotismo latente de los desbocados actos sexuales del submundo gay en la Ciudad de México, las descripciones sobrecargadas de elementos coloridos para alterar la masculinidad estoica de los setentas, y el clamor de izquierda por el país que todos queremos pero sobre el cual no llegamos a ningún consenso. González de Alba, quien fuera pieza clave en el activismo LGBT en México, presenta en esta corta novela a una generación de hombres atrapados entre la utopía de una sociedad mejor y la devastadora epidemia que cobró miles de vidas en los ochentas; un amor que crece y se consume en la imagen de una habitación vacía donde el sol de la tarde ilumina a medias las memorias de un pasado que podemos adivinar.

A un año de su muerte elegida, recordamos a una de las cabezas de la izquierda mexicana, pero también a uno de sus más férreos críticos: Luis González de Alba, quien nos heredó un fragmento de la revolución ansiada en sus novelas, ensayos y columnas. El sol de la tarde es el ocaso de esa revolución.

Fuente: www.desastre.mx