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CONAPRED - Estenograf�a audio - INTERVENCIóN DE RICARDO BUCIO EN LA PRESENTACIóN DEL PRESENTACIóN DEL PROGRAMA NACIONAL PARA IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIóN 2014-2018
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Transcripción

Audio: INTERVENCIóN DE RICARDO BUCIO EN LA PRESENTACIóN DEL PRESENTACIóN DEL PROGRAMA NACIONAL PARA IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIóN 2014-2018

Intervención de Ricardo Bucio Mújica.
Presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
Presentación del Programa Nacional para la Igualdad y No Discriminación 2014 - 2018.
Ciudad de México, Agosto 18 de 2014.

Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; Secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga; Secretaria de Salud, Mercedes Juan López.
Señor Gobernador Rubén Moreira Valdés.
Representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos para las Naciones Unidas, Javier Hernández Valencia
Subsecretaria de Derechos Humanos Lía Limón García
Senadora Lucero Saldaña, Diputada Rocío García Olmedo, Diputada Verónica Juárez, Lic. Lorena Cruz, titulares del Conadis, Conaliteg, Censida, Indesol
Representantes de organismos internacionales, de entidades federativas, de municipios, de la Administración Pública Federal, de organizaciones de la sociedad civil, de instituciones académicas y de asociaciones religiosas
Señoras y señores Miembros de la Junta de Gobierno y de la Asamblea Consultiva del Conapred

Buenas tardes a todas y a todos.

La discriminación tiene graves efectos en quienes son víctimas. Incide negativamente en la esperanza de vida, en el desarrollo humano, en la pertenencia colectiva, en el tejido social, en el nivel económico, en la posibilidad de protección contra riesgos, y de elegir un proyecto en libertad.

Afecta no sólo a las personas desde lo más profundo, sino a grupos, a sectores de población. La discriminación, y cada una de sus expresiones de desigualdad, le duele al país, lo divide, lo segmenta, frena su desarrollo, daña su democracia.

De ello dan cuenta datos estadísticos, indicadores, índices de desarrollo, sentencias judiciales, resoluciones, inaccesibilidad, violencia.

También da cuenta nuestra historia.

Hasta hoy, y desde antes de constituirse como nación, México ha vivido numerosos procesos a través de los cuales se trató desigualmente a la población, a partir de la discriminación.

En nuestro historia encontramos el sistema de castas, la inquisición, las encomiendas, la esclavitud, la invisibilidad de nuestra afrodescendencia, la negación del voto femenino, intentos de etnocidio, persecución religiosa, segregación territorial, antisemitismo, intolerancia a la pluralidad política, rechazo a la diversidad, y la idea de cultura homogénea.

Por largos años, en la ley, en la organización social, política y económica, en códigos de conducta formales e informales, en la distribución de los recursos, y en los mensajes mediáticos, creamos y reproducimos distinciones y exclusiones sistemáticas, desventajosas, injustas, y normalizadas.

Pero nuestra historia también es la del país que tiene la igualdad como horizonte.

Esa fue la lucha de Bartolomé de las Casas, el sentido de la abolición de la esclavitud, de los “Sentimientos de la Nación”, de la Constitución de Apatzingán, y del reconocimiento de la libertad de cultos.

La igualdad también fue eje en el movimiento revolucionario, en la Constitución del 17, en la apertura al exilio, en la creación de instituciones, en la suscripción de tratados internacionales, y en múltiples hechos que tienen hoy un eje central en la Reforma Constitucional en Derechos Humanos.

Gracias al impulso ciudadano en diálogo con las instituciones públicas, se han logrado grandes cambios, no exentos de diicultades.

Entre ellos están el reconocimiento de la pluriculturalidad, la adopción plena, los derechos lingüísticos, el derecho a la consulta, los derechos de las niñas y los niños, de las personas  mayores, las cuotas de género, los derechos de las personas con discapacidad, y de quienes viven con VIH o SIDA.

También se amplió la libertad religiosa, la educación intercultural, se reconocieron la competencia de los órganos de vigilancia de tratados internacionales y las actividades de las organizaciones civiles.

Se estableció el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, el voto en el extranjero, el matrimonio igualitario, y se mejoró el refugio y el asilo, el deporte adaptado, se reconoció la lucha contra la homofobia, y la accesibilidad universal, entre muchas otras medidas de igualación que progresivamente avanzan en todos los ámbitos.

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Sin embargo, los cambios legales e institucionales no han tenido una implementación plena y, además, tenemos una historia corta en el camino hacia la igualdad y la no discriminación, pues este derecho alcanzó estatus constitucional apenas en 2001.

Hoy se requiere la convicción, la articulación del Estado y la corresponsabilidad con la sociedad, sin lo cual no podemos lograr que los derechos humanos tengan mayor peso que nuestras desigualdades.

Impulsar, articular, acelerar y potenciar esta suma de voluntades institucionales, es el propósito del Programa Nacional para la Igualdad y No Discriminación 2014 - 2018, el cual fue elaborado en coordinación con el Programa Nacional de Derechos Humanos, y el Programa Sectorial de Gobernación.

A través de 35 Estrategias y 244 Líneas de Acción, se definen las responsabilidades de todas las entidades, dependencias y organismos federales, para poder incidir en seis ejes rectores.

-Se trabajará en la mejora normativa de la APF desde esta perspectiva,

-en la multiplicación de los mecanismos de defensa y protección contra la discriminación,

-y en la implementación de medidas de nivelación, de inclusión y de acciones afirmativas.

El Pronaid también coadyuvará a
-generar conocimiento, información estadística, y evaluación;
-igualmente contiene acciones para intervenir en la cultura social contra el clasismo, la homofobia, el racismo y la xenofobia, entre otras formas de discriminación.

Finalmente, busca potenciar el proceso de armonización legislativa, en congruencia con los más altos estándares internacionales de derechos humanos.

De la totalidad de las líneas de acción, 24 son obligación de todas las dependencias federales. Hay, además, 59 entidades públicas que tienen asignadas líneas específicas.

El programa obliga a contar con un sistema de control de su implementación, y con un mecanismo para conocer las medidas de igualdad que se realizan por dependencia, y los mecanismos de protección contra la discriminación que cada una desarrolle.

La implementación adecuada de este programa tendrá un efecto en las mujeres, y en las personas indígenas, la población migrantes, las trabajadoras del hogar, las personas LGBTTTI, quienes viven con discapacidad, en las niñas, niños y adolescentes, la población afromexicana, en las minorías religiosas, y en otros grupos que sumados constituyen la mayoría de nuestro país.

Señoras y señores:

Por eso el Pronaind es fruto del diálogo entre instituciones de gobierno y de la sociedad civil, academia y universidades. Es muestra de que la diversidad no es impedimento para avanzar conjuntamente contra la discriminación.

Expreso mi agradecimiento a las instituciones de la Administración Pública Federal, a las organizaciones civiles, investigadores y especialistas en la materia, que contribuyeron a la formulación de este Programa, en coordinación con la Junta de Gobierno, la Asamblea Consultiva y el equipo de Conapred.

Asimismo agradezco al Secretario Miguel Ángel Osorio Chong, y a su equipo de trabajo en la Secretaría de Gobernación, bajo cuya gestión  este Consejo ha encontrado escucha, compromiso y acciones concretas en pro de la política antidiscriminatoria.

Igualmente, gracias a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos por su asistencia técnica y su acompañamiento en este proceso.

Agradezco finalmente a quienes representan otros poderes y otros órdenes de gobierno, y aprovecho para invitarles respetuosamente a multiplicar con la fuerza, claridad, y presupuesto necesario, sus propias estrategias, acciones afirmativas, y responsabilidades institucionales, a fin de que no haya espacio a la discriminación en ningún lugar del país.
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Tenemos aún retos muy grandes. Necesidades de cambios profundos y urgentes. Pero también tenemos condiciones legales, institucionales, programáticas, y suma de voluntades que nunca antes habíamos tenido. Esta reunión es sólo una muestra.

Requerimos resignificar la igualdad. Resignificarla como personas que formamos parte y hemos sido educadas en una cultura discriminatoria.

Somos corresponsables de resignificar nuestra historia, la personal y la nacional, con autoridad legal, jurídica, política y con ética pública.

Corresponsables de garantizar la igual dignidad de toda persona, y su igual ejercicio de libertades y derechos.

Muchas gracias.