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México social: “Afromexicanos son pobres por discriminación”

Imagne que muestra a una mujer afromexicana

En México viven 1.3 millones de personas que se consideran afrodescendientes. Sus niveles de analfabetismo, rezago educativo, acceso a servicios de salud, a servicios en la vivienda y sus ingresos laborales muestran una penosa realidad que puede caracterizarse, de forma llana, como “pobreza por discriminación”. 

Las instituciones, sostiene Douglas North, pueden ser concebidas como “las reglas del juego” en una sociedad. Por ello, en democracia, los sistemas institucionales tienen como uno de sus ejes vertebradores los sistemas de información, porque es con base en ellos que se tiene la legitimidad técnico-racional para tomar decisiones, lo que a su vez debe conseguir, vía el diálogo y la deliberación pública, legitimidad social.

Así, cuando un Estado carece de información estratégica de un tema o respecto de un grupo de población, incurre en una falta grave, pues, al no generar datos confiables, provoca la invisibilidad de los fenómenos y con ello, la imposibilidad de generar agenda pública al respecto.

Un ejemplo que permite ilustrar lo anterior es el caso de la ausencia de información relativa a la población afromexicana. En efecto, los datos relativos a sus características sociodemográficas muestran una discriminación activa que, aun siendo involuntaria, es ejercida desde las instituciones públicas, al no considerarles explícitamente como grupos de enfoque especial de las políticas y programas sociales.

¿Cuántos afromexicanos existen? 

De acuerdo con el documento Perfil sociodemográfico de la población afrodescendiente en México, editado por el Inegi, la CNDH y el Conapred, en el país había en el año 2015 un total de 1,381,853 personas afromexicanas, cifra equivalente a 1.2 por ciento de la población nacional (estimada en ese mismo año en 119.53 millones).

Asimismo, es importante destacar que las entidades con mayor número de población afromexicana son: a) Estado de México, con 304,274 personas; b) Veracruz, con 266,163; c) Guerrero, con 229,514; d) Oaxaca, con 196,213; e) Ciudad de México, con 160,353; f) Nuevo León, con 76,241, y g) Jalisco, con 61,140 personas que se consideran afrodescendientes.

En términos relativos, las entidades en donde la población afromexicana tiene un mayor peso demográfico son: a) Guerrero, donde representan 6.5 por ciento de la población estatal; b) Oaxaca, con un 4.9 por ciento; c) Veracruz, donde representan a 3.3 por ciento; d) Estado de México, con un peso de 1.9%; e) Ciudad de México, con 1.8 por ciento; y f) Baja California Sur y Nuevo León, con 1.5 por ciento cada una de ellas.

Otra característica de este grupo de población es que vive relativamente concentrado en algunos municipios del país, localizados en el sur-sureste. En efecto, de acuerdo con el documento citado, hay 100 municipios en donde al menos 10 por ciento de la población se considera afrodescendiente: 69 de estos municipios se encuentran en Oaxaca, 16 en Guerrero, 12 en Veracruz, dos en el Estado de México y uno en Baja California Sur.

Hay otros 26 municipios en donde la población afrodescendiente representa 20 por ciento o más de la población, además de 18 municipios de Oaxaca, tres en Guerrero y uno en Veracruz, en donde se registra una población mayoritariamente afrodescendiente, con porcentajes que llegan hasta 83.7 por ciento, como en Santiago Tepextla, en el estado de Oaxaca.

La situación de las mujeres

Uno de los temas que deben destacarse respecto de la población afrodescendiente es que la tasa global de fecundidad es mayor que la media nacional y que registran elevadas tasas de embarazo adolescente y en mujeres de 20 a 24 años de edad. Si bien las tasas en estos grupos de edad ya son altas a nivel nacional, entre las mujeres afrodescendientes son aún mayores.

En efecto, de acuerdo con el Inegi, mientras que la tasa específica de fecundidad entre mujeres de 15 a 19 años se ubicó en 2014 en 64.5 nacimientos por cada mil mujeres en el grupo de edad, entre la población afrodescendiente en general se ubicó en 67.5 nacimientos por cada mil mujeres, y en los municipios con altos porcentajes de población afrodescendiente la tasa es de 80.5.

En el grupo de mujeres de 20 a 24 años la situación es similar. A nivel nacional la tasa específica de fecundidad es de 128.6 nacimientos por cada mil mujeres en el grupo etario, entre la población afrodescendiente en general es de 137.5 y en los municipios con mayor presencia de este grupo de población la tasa es de 170.2.

La segregación

Un indicador que sintetiza el grado de segregación de que es víctima una persona o grupo de población es el analfabetismo, condición específicamente grave para la población afrodescendiente. En efecto, mientras que en 2015 el promedio de analfabetismo nacional fue de 5.5 por ciento en la población de 15 años y más, entre la población afrodescendiente se ubicó en 6.9 por ciento, mientras que en los municipios con mayor proporción de población de este grupo demográfico se ubicó en 15.7 por ciento.

Asimismo, mientras que el porcentaje de mayores de 15 años en rezago educativo tuvo un promedio nacional de 35.1 por ciento, en los municipios en donde hay alta presencia de personas afrodescendientes el indicador se ubica en 56 por ciento.

Otro indicador a destacarse es el relativo al porcentaje de población de 14 a 29 años que no estudia ni trabaja, pues mientras que a nivel nacional el dato fue de 5% en 2015, entre los municipios con mayor presencia de población afrodescendiente el dato es de 9.3 por ciento.

Finalmente, es pertinente señalar que en los municipios con mayor presencia de población afromexicana el porcentaje de personas que trabajan y perciben ingresos de hasta un salario mínimo es de 14.6 por ciento, cifra que contrasta con la media nacional, de 7.8 por ciento.

 

 Fuente: mexicosocial.org