Ciudad de México, 21 de mayo de 2019
Boletín de prensa 025/2019
33 por ciento de la población no-católica considera haber sido objeto de un acto discriminatorio: ENADIS 2017
Un verdadero Estado laico significa democracia y autonomía en la libertad de consciencia y credo de cada una de las y los ciudadanos. Todas las religiones abonan al diálogo, el respeto y el reconocimiento de las diferencias, coincidieron en señalar los participantes de la “Primera Jornada por la Diversidad Cultural (diversidad religiosa)”, que se llevó a cabo en las instalaciones de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHDF).
“Esta convocatoria tuvo el objetivo de comprender el cambio de los tiempos en el contexto mexicano y nuestro deber desde las instituciones religiosas y gubernamentales a favor de la diversidad cultural y la paz”, sentenció Tania Ramírez Hernández, Directora General Adjunta de Educación, Cultura y Vinculación del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
“Estas jornadas son de suma importancia para seguir construyendo espacios de diálogo, fraternidad y respeto en donde todas las creencias promuevan, desde sus congregaciones o iglesias, paz y tolerancia”, indicaron integrantes de iglesias cristianas (Anglicana, Luterana, Bautista y La Luz del Mundo) y comunidades religiosas (Judía, Musulmana, Hindú, Sikh y Budista), presentes en el encuentro que se enmarca en el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo.
Eréndira Campos, representante de la Dirección General de Educación Intercultural y Bilingüe de la Secretaría de Educación Pública (DGICB-SEP), afirmó que el Movimiento por la Diversidad Cultural es y será un espacio para que coexistan diversas instituciones en favor de las diferentes lenguas, de la igualdad y la no discriminación con espacios reales de polifonía.
Las comunidades religiosas mencionaron que, pese a los grandes avances a favor de la paridad, en México aún se continúa relegando a las mujeres en muchos espacios de fe, por lo que destacaron la importancia de trascender la discriminación en las prácticas religiosas, a través de la igualdad hacia afuera y dentro de estas comunidades.
Ocho de cada 10 personas en México declararon ser católicas, y una de cada 10 pertenece a alguna iglesia cristiana distinta a la católica, de acuerdo con el Censo General de Población (2010).
La Encuesta Nacional de Discriminación (ENADIS 2017) revela que 33 por ciento de la población no-católica considera haber sido objeto de un acto discriminatorio en los últimos doce meses, especialmente en ámbitos como la calle, el transporte público, el trabajo o la escuela.