Ciudad de México, a 29 de diciembre de 2016
Pronunciamiento 056 /2016
- Reconocer la diversidad favorece la construcción de ambientes menos violentos.
- Menospreciar es pensar que alguien puede estar por encima de la dignidad de otra persona.
Utilizar una identidad específica o característica de la gran diversidad que compone nuestra sociedad para agredir, ofender o desvalorizar las acciones de alguna persona, no hace más que reforzar los estereotipos y prejuicios que sostienen la discriminación.
En este sentido, uno de los problemas que generan discriminación es que para algunas personas sigue siendo muy fácil referir identidades para expresar menosprecio o inferioridad, cuando la realidad es que todos y todas somos diferentes, pero iguales en derechos.
Menospreciar es pensar que alguien puede estar por encima de la dignidad de otra persona y sentirse con el derecho de excluirla, maltratarla, humillarla o utilizarla.
La discriminación nos afecta a todas y todos porque obstaculiza la convivencia pacífica basada en el respeto y puede llegar incluso a violentar derechos humanos. Una sociedad fragmentada es menos fuerte y lo que el país y la humanidad necesita en estos momentos es estar unidos para enfrentar los desafíos; reconocer que cada quien tiene condiciones particulares de vida, favorece que todas y todos gocemos en igualdad de nuestros derechos y participemos en la construcción de ambientes menos violentos.
Los líderes de opinión y comunicadores tienen un papel fundamental para la deconstrucción de las percepciones equivocadas y estereotipos que históricamente se han reproducido en agravio de alguna persona, por lo que el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación exhorta a que todos los medios de comunicación participen en la promoción del cambio cultural que requiere la sociedad para respetar y valorar las diversidades.
El uso de la discapacidad como insulto
El modelo médico-rehabilitador que entendía a la discapacidad como una enfermedad ha sido superado, desde la adopción de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, se sustituyó al mismo por un modelo de derechos humanos, donde la discapacidad no tiene origen en las limitaciones o diversidades funcionales de las personas sino en barreras, físicas y actitudinales, que la propia sociedad genera. En ese sentido, este Consejo considera fundamental que los medios de comunicación eviten en todo momento concebir a la discapacidad como enfermedad y mucho menos la utilicen como insulto, denostación o como una característica negativa.