Boletín de prensa 007/2018
Ciudad de México, 13 de febrero de 2018
La titular del Conapred afirmó que Impulsar la igualdad de forma integral implica considerar no sólo modificaciones legislativas o políticas, sino también culturales; la discriminación refuerza las desigualdades y frena el crecimiento económico, sentenció.
En México el nivel de pobreza que existía en 2002 habría sido 21.4 puntos porcentuales menor si la población indígena y afrodescendiente hubiera tenido los mismos rendimientos de escolaridad que el resto de la población: PNUD
El combate a la discriminación es una necesidad del desarrollo, impulsar la igualdad de una forma integral implica considerar no sólo modificaciones legislativas o políticas, sino también culturales, señaló Alexandra Haas Paciuc, Presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
En el marco de su participación en el Seminario Permanente UNAM-CEPAL “Cambio de Época. América Latina frente a la Hora de la Igualdad: Avances, Retrocesos y Desafíos“, Haas Paciuc aseveró que la discriminación refuerza las desigualdades, limita los planes de vida individuales, genera desperdicio de potencial y frena el crecimiento económico.
Por ejemplo, mencionó que de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en México el nivel de pobreza que existía en 2002 habría sido 21.4 puntos porcentuales menor si la población indígena y afrodescendiente hubiera tenido los mismos rendimientos de escolaridad que el resto de la población.
Alexandra Haas Paciuc participó en la Mesa 3: “Cultura del privilegio y naturalización de la desigualdad”; señaló que la discriminación genera barreras excluyentes que alejan a grandes grupos de población del ejercicio de sus derechos, asimismo hizo énfasis en que la reproducción de los privilegios parte de una discriminación estructural que da paso a la desigualdad.
“Si la discriminación permite que los privilegios se acumulen y concentren, resulta clara la urgencia de crear mecanismos que promuevan la voz y la influencia de sectores históricamente discriminados, queda claro que la igualdad genera beneficios no sólo para la mayoría discriminada, sino para la sociedad en su conjunto”, sentenció la funcionaria.
En la mesa estuvo presente Jorge Volpi, Coordinador de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); mencionó que en “México existe una nueva desigualdad de orden cultural, debido a que, pese a los avances, la igualdad aún es una declaración de buenas intenciones más no de realidades prácticas”, apostó por la necesidad de acortar las brechas culturales de desigualdad.
Enrique Provencio, académico del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo, PUED-UNAM, expresó que “debemos tener claridad de que la cultura del privilegio legitima la desigualdad en cinco dimensiones: lo institucional, el género, la discriminación, la desigualdad económica y la fiscalización”.
Por último, Pablo Yanes, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), indicó que “es indispensable construir coaliciones contra las políticas del privilegio y la desigualdad”.
El Seminario se llevó a cabo en el Auditorio Jesús Silva Herzog del Edificio de Posgrado de la Facultad de Economía de la UNAM.