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2010 - 093. La esclavitud no se ha erradicado, por el contrario, ha diversificado sus manifestaciones: Conapred

La esclavitud no se ha erradicado, por el contrario, ha diversificado sus manifestaciones: Conapred
 
Boletín de prensa 093/2010
México D.F., 2 de diciembre de 2010
 
Este 2 de diciembre se celebra el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud.
 
Aun cuando México ratificó la Convención sobre la Esclavitud de 1927, este fenómeno ha adquirido nuevos rostros: la trata de personas, el trabajo infantil o del hogar, por ejemplo.
 
"Qué la esclavitud se proscriba para siempre, y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales, y solo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud"
      Sentimientos de la Nación. José Morelos y  Pavón 1814
 
La esclavitud es probablemente una de las manifestaciones más antiguas de la desigualdad entre los seres humanos, pues adjudica de forma injustificada la dominación y propiedad de unos seres humanos  sobre otros.
 
Prohibida  por nuestra Constitución desde 1824  y a nivel internacional tanto por la Convención sobre la Esclavitud de 1927 (firmada por México en 1934) como por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, las formas contemporáneas de esclavitud, lejos de haber sido erradicadas, se han ido diversificando y, en algunos casos, fortaleciendo mediante la reproducción sistemática de prejuicios y prácticas discriminatorias y la adaptación a las condiciones modernas de la globalización de los mercados, así como de la  interacción y vinculación internacionales.
 
Así, aun cuando el artículo cuarto de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 prohíbe explícitamente la "esclavitud y la trata de esclavos", en el siglo XXI, lejos de haber desaparecido, algunas formas contemporáneas de esclavitud son parte de los negocios ilegales globales más rentables.
 
"La esclavitud es el estado o condición de un individuo sobre el cual se ejercitan los atributos del derecho de propiedad o algunos de ellos".[1]
 
La esclavitud, en cualquiera de sus formas, implica una relación de propiedad, es decir de dominio, que somete a las víctimas, coartando su libertad de maneras distintas, negando uno de los principios más fundamentales de la dignidad humana que es la autonomía. De este modo, a partir de amenazas, violencia física, sicológica y emocional, se impide a la persona la toma de decisiones libres y autónomas con el fin de controlarla y acceder a ciertos beneficios.
 
En pocas palabras, la esclavitud supone una visión jerárquica de la sociedad, en la cual unas personas tienen derecho a ser propietarias de otras, mientras estas últimas no tienen ningún derecho a libertades individuales reconocidas, tanto por el derecho nacional como por el internacional. De este modo, esclavitud y discriminación van de la mano en tanto ambas niegan la igualdad intrínseca de las personas establecidas, entre otras, por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo primero.
 
La esclavitud, como la discriminación, está sustentada en concepciones según las cuales hay un grupo o sector de la sociedad distinto y "superior", que tiene el poder de someter a miembros que se distinguen por su raza, origen étnico, género, edad, etc.
 
En México, actividades delictivas relacionadas con formas contemporáneas de esclavitud incluyen principalmente la trata y tráfico de mujeres, niños, niñas y migrantes, frecuentemente orientados a la explotación laboral y sexual.
 
Aun cuando el derecho a no ser sometido a la esclavitud está formalmente reconocido desde hace muchos años,  actualmente afecta a millones de personas en México y en el mundo.
 
Trabajadoras del hogar, niños y niñas jornaleros, personas adultas mayores, víctimas de trata con fines de explotación sexual, forman parte de la población más vulnerable a la esclavitud contemporánea, que se manifiesta de distintas maneras. Jornadas laborales que superan la jornada máxima, salarios que no corresponden con las labores desempeñadas ni las horas invertidas, privación de la libertad, violación al derecho a la privacidad, maltratos físicos, sicológicos y económicos, son algunas de las consecuencias de la esclavitud contemporánea en México.
 
Lo anterior se ve agravado por la creciente delincuencia y la demanda del mercado internacional que han provocado que la trata de personas, fundamentalmente aunque no exclusivamente con fines de explotación sexual, haya permeado amplios sectores de nuestra nación. La coordinación entre grupos organizados dificulta la visibilidad de quienes son víctimas de este delito pues, en general, tienen poca confianza en las autoridades, pocas oportunidades y miedo de denunciar, etc.
 
Para luchar contra las manifestaciones modernas de la esclavitud es necesario detectar cuáles son las condiciones que la facilitan, así como las zonas o lugares donde las víctimas de este fenómeno suelen encontrarse: bares, clubes nocturnos y barrios urbanos de alta marginación, zonas de frontera, mercados con sitios de intercambios sexuales clandestinos, fábricas u otros espacios donde se realicen trabajos informales.
 
Asimismo, es necesario implementar mecanismos para castigar a las personas responsables de someter a otras a formas contemporáneas de esclavitud. Para ello es necesario luchar contra la impunidad de la que frecuentemente existe en los casos de delitos relacionados con este fenómeno.
 
El Relator Especial de Naciones Unidas, sobre la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía, Juan Miguel Petit[2], señaló en su informe sobre México en 2008 que es necesaria una lucha más fuerte y creativa contra la explotación sexual y la pornografía infantil que inicie con una armonización de las normas nacionales con el derecho internacional, mejor coordinación entre las autoridades encargadas de aplicar la ley, y más recursos en la lucha contra este fenómeno.  Su estimación es que 80 mil menores de 18 años son víctimas de este flagelo.
 
Para el Conapred queda claro que la existencia de formas contemporáneas de esclavitud no representan hechos aislados, pues estos sólo se entienden en contextos determinados, por lo que los esfuerzos para erradicarlas tienen que hacerse  como parte de una estrategia integral  articulada  que combata la impunidad, la corrupción y el crimen organizado, al mismo tiempo que se toman medidas con enfoque de derechos en contra de la desigualdad, la pobreza y la falta de oportunidades que limitan las opciones de millones de personas, exponiéndolas a ser victimas de formas contemporáneas de esclavitud.
 
 
[1] Convención sobre la Esclavitud
[2] Informe del relator especial de la ONU, Juan Miguel Petit, sobre venta de niños, prostitución infantil y utilización de menores en la pornografía ONU 2008